miércoles, 12 de enero de 2011

Eterno soñador


Había una vez un árbol muy muy viejo, estaba solo en el bosque pero era un gran soñador.
El estaba siempre dado de espaldas a la luna, y un día soñó que despego sus raíces del suelo y pudo darse la vuelta, para ver la maravillosa luna llena, que llenaba el cielo de aquella noche de invierno...
El árbol no paraba de mirarla y sentía una especie de hormiguitas en el estomago. Quizás debidas a la gran satisfacción que le producía ver aquella preciosa imagen, una imagen que guardaría para siempre en lo mas profundo de su corazón.
Desde ese momento el árbol se plantó allí, cara a la luna, para poder contemplarla cuanto y cuando quisiera.
Viejo soñador...


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